
NAVARRA
NAVARRA.


El escudo de Navarra está formado por cadenas de oro sobre fondo rojo, con una esmeralda verde en el centro de unión de sus ocho brazos de eslabones y, sobre ellas, la Corona Real. La bandera de Navarra posee el color rojo para el paño por ser éste el color del campo del escudo.
SU HISTORIA
En la Antigüedad, Navarra era simplemente un territorio de los vascones; quedó fuera de la influencia romana y visigoda, y todavía conserva signos del papel desempeñado en el pasado debido a su posición estratégica.
En la Edad Media, tuvo una importante actuación en la Reconquista, alcanzando su máximo poder durante el reinado de Sancho III. Desde entonces, Navarra fue a veces independiente y otras estuvo vinculada a Aragón o Francia. Fernando el Católico la conquistó y Navarra fue incorporada a la España unificada, aunque conservó sus fueros locales.
La Navarra Baja se unió a la Francia de Enrique IV. Las cinco comunidades de la Navarra Alta se incorporaron al reino de Castilla y continuaron disfrutando de una autonomía.
En 1841 se convirtió en provincia, aunque muchas de sus instituciones se mantuvieron y su régimen foral sobrevivió la Guerra Civil.